Llevo meses sin escribir nada por aquí. 'Poca verguenza que tiene' dirán algunos, y sí, tienen razón, no tengo la más mínima verguenza, porque tiempo me sobra, pero la pereza puede conmigo.
La penúltima vez que escribí algo fue sobre mi primera salida a la montaña con el grupo 'Trotamontes', y desde entonces estas salidas se han repetido mensualmente. Uno de sus componentes, buen amigo y mejor persona: Julio, me ha enseñado una deliciosa y sencilla receta de cocina que viene muy bien para reponer fuerzas en las largas caminatas montañeras. Echándole un poco de cara la voy a bautizar como "pollo montañero".
POLLO MONTAÑERO:
Ingredientes:
- Pechugas de pollo. Depende de la cantidad que quieras hacer, yo suelo preparar unas 3 pechugas.
- 2 limones.
- Romero.
- 2 huevos.
- Pan rallado. (Yo utilizo uno que viene mezclado con ajo y perejil).
- Sal y agua.
- Aceite de oliva.
Preparación:
El día anterior a cocinar el pollo se limpian las pechugas y se trocean en dados de unos 2 ó 3 centímetros, al gusto. Se salan y ponemos los trozos en una cazuela o bol grande cubriéndolos con agua. Se añade el jugo de los dos limones (se puede reducir o aumentar dependiendo de la cantidad de pollo, o nuestro gusto por el limón, aunque el sabor y aroma que queda después es muy suave), se añade el romero y se deja en la nevera reposando 24 horas. (Como alternativa se pueden añadir otras hierbas aromáticas. Yo agrego algunas veces orégano o perejil).
Al día siguiente se escurre el pollo, se baten los huevos y con ellos y el pan rallado se rebozan los trozos de pollo. Se fríen en el aceite hasta que queden dorados y a comer.
Se puede consumir tanto frío como caliente, estando en los dos casos delicioso y jugoso.
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