sábado, 25 de septiembre de 2010

Visita a Fort Breendonk, Bélgica.

Desde que visité Bélgica en Enero de 2009 tenía pendiente realizar esta entrada en el blog. Mas que para explicar la situación histórica, política o militar de una época que me fascina, algo fuera de mi alcance y sobre lo que hay millones de palabras escritas, sí para plasmar el terror que creó y el comportamiento inexplicable de una sociedad moderna y culta como era la alemana en el primer tercio del siglo pasado.

En este viaje, de rebote prácticamente, visitamos el campo de detención de Breendonk. Unas instalaciones que utilizó el régimen Nazi para la represión y asesinato de todos aquellos ciudadanos que consideraban un peligro para su sistema. Si bien Breendonk no se puede llegar a catalogar de campo de concentración, sí que puede servir de reflejo de aquello.

La idea es plasmar en unas pocas fotos, con unas líneas a pie de las mismas, lo que se siente al ver aquello, la opresión y el mal cuerpo que te deja.

Pero siempre hay cosas buenas y algo que me sorprendió, gratamente, es que había clases de estudiantes visitando el fuerte, y por lo que nos comentaron era una visita obligada. Les hacen conocer lo que supuso aquello con el fin de que no se olvide y evitar, en la medida de lo posible, que vuelva a suceder, aunque visto lo sucedido en la antigua Yugoeslavia a finales del siglo veinte, parece que no aprendemos.

Vista frontal de Fort Breendonk.

Entrada al fuerte. Ya solo el pasillo pasado el arco acongoja.

Placa conmemorativa.

Cantina para los soldados. También servía de "juzgado" improvisado.

Simbología Nazi.

Celda. La humedad y el frío, en pleno mes de enero y con ropa de abrigo, era notable.

Fregaderos.

Puerta de celda.

Celda individual, muy pequeña, las tablas que ejercen la función de cama apenas dan para que una persona tumbada pueda estar estirada. Se aprecian los grilletes en el suelo.

Ataudes. De camino a la sala de interrogatorios.

Estufa en la sala de interrogatorios. Además de su funcionalidad se utilizaba para calentar hierros que se aplicaban a los presos interrogados.

Se cuelga al preso de los brazos, atados a la espalda, se le tortura durante horas y se le deja caer sobre las cuñas de madera para que se rompa los huesos. Los gritos se debían escuchar por todo el fuerte.

Carretilla de trabajo.

Letrinas.

Parte posterior del fuerte y zona de trabajos forzados.

Patíbulo.

Vista desde el pelotón de fusilamiento.

Talleres.

Otra vista de la entrada al fuerte.

Valla de seguridad, con la garita de vigilancia detrás de la vegetación.

Vagón de tren como los utilizados para el traslado de prisioneros a los campos de exterminio.

Viajaban hacinados, sin comida ni bebida, durante días.


La galería completa de fotos en Picasa.

Para leer y conocer más sobre Fort Breendonk unos cuantos enlaces:

Página oficial del Breendonk Memorial.

Panoramas of World War II landmarks.

Breendonk en la Wikipedia (Con la "fidelidad" que "garantiza").

1 comentario:

DeusX dijo...

Da una sana envidia el hecho de comprobar que hay países con un probado interés en hacer ver a los más jóvenes la importancia de lo que significa cultivar la memoria histórica.